LA ESTATUA DE PIEDRA

Ya parece quebrantarse la estatua de piedra


Ella que ha soportado inviernos y primaveras



Que lejano el pasado con lluvias y tormentas

de un corazón marchito por el tiempo de espera



Volcánicas centellas por su cuerpo se pasean

Con el calor eterno de la llama de una hoguera



Es abusivo el presente donde el tiempo no cesa

Como el dolor latiente que florece en una higuera



Las palabras juegan con el viento sobre la hierba

Y los pensamientos se perdieron en las cavernas



Los deseos enloquecen aclamando una promesa

Y el rencor se retuerce en el pecho de la quimera



La luna llena observa nacer una lágrima de canela

Deslizándose como un río sobre el rostro que anhela



Ya no escucha el canto de la golondrina mañanera

Y no le importa los colores del jardín en primavera



Ha abandonado la ilusión a la estatua prisionera

Dejando un vació en el cuerpo de yeso y de piedra



La ha marcado un destino de retiro con cadenas

Jusgandola por un beso prohibido a mil condenas



Se inmovilizan las ciudades y lloran los manantiales

Los vientos se detienen y las aves cantar no quieren



Y allí entre el mar y la tierra donde se funde el horizonte

Se escucha un silencio aterrando a todos los hombres



Y hasta el universo lleno de estrellas, planetas y sueños

Ha detenido la conmoción de su eterno movimiento



Todos esperan que ha de pasar con la estatua de piedra

Que con sacrificio en alma y cuerpo ha llegando al final



Se agrieta ya toda la sien y se desploman los brazos

Se estremece toda la piel rompiendo el cuerpo en pedazos



Las nubes en polvo descienden sobre la tierra inerte

Y las siete musas cantando a coro vienen a verle



Los ojos miran por última vez al cielo que los vio nacer

Con sonrisa de dicha por la pasión que pudo tener



La tierra con atuendos se abrió allí abrazando

A quien entrego su alma y su cuerpo amando



Dos lagrimas de rocio la tumba de flores acaricio

Con el aullido de un lamento en pena por un adios



De aquel artista orgulloso y loco que un día olvido

Aquella estatua de piedra que con sus manos creó



Johan